Un producto natural que se adapta a diferentes tipos de suelos, así como en valles agrícolas de la sierra.
Los peruanos tienen la bendición de gozar de todas las riquezas que nuestra tierra nos brinda a través de sus productos alimenticios.
El tumbo o curuba, es una fruta silvestre originaria de las zonas verdes andinas y selvas altas del sur América. De hecho, las zonas exactas de producción se ubican a 1.000 a 3.500 metros sobre el nivel del mar de preferencia en la sierra de las regiones de Áncash, Junín, Moquegua y Huancavelica. Requiere clima con temporadas altamente húmedas y secas, con mayor éxito en valles interandinos. Temperaturas que van de 18° a 24°C, cultivándose mayormente bajo la lluvia.
En la época pre incaica, el fruto era ideal para calmar la sed. El tumbo es una planta trepadora de tipo enredadera, mide unos 5.50 m. de largo, de raíces carnosas. La flor de este fruto es considerada la más bella del mundo, “la pasionaria”; como la llamó, Fray José de Acosta, uno de los más reputados cronistas españoles. Se propagan por semillas y suelen crecer sobre cercos o lugares con soporte para su apoyo.
El fruto es una baya suculenta oblonga u ovoide, mide unos 10cm y es de piel amarilla o roja según la variedad. La pulpa del fruto es amarilla o anaranjada y de sabor suave ligeramente ácido. Contiene múltiples semillas ovaladas de color negro. Definitivamente su aroma es sumamente agradable y como familia botánica tiene a la granadilla y maracuyá.
El fruto se puede consumir en jugos, batidos, postres y ensaladas. Además, tiene un alto contenido en vitamina C.
¿sabes para qué es bueno el tumbo? A continuación, te brindamos algunos datos sobre las propiedades de esta fabulosa fruta.
1. Mejora la cicatrización: el fruto contiene enzimas que ayudan a la correcta producción de plaquetas en la sangre, lo cual hace que la cicatrización y detención de hemorragias sea más rápida.
2. Bueno para la piel: esta delicia contiene vitaminas que mejoran la elasticidad de la piel, además de humectarla, hace que las arrugas y las manchas en la piel tarden en aparecer.
3. Evita problemas renales: El consumo de esta fruta ayuda a eliminar impurezas y previene cálculos en los riñones, además de los malestares urinarios.
4. Mejora el sistema inmune: previene y combate enfermedades como, el resfrío y la gripe. Además, mejora la resistencia a infecciones, ayuda a la formación de colágenos en los huesos y previene la anemia.
5. Disminuye los dolores de cabeza y el estrés: otro de los grandes beneficios de la fruta, es la disminución de dolores de cabeza, migraña y estrés; esto se debe a que contiene antioxidantes y es bajo en calorías.
6. El tumbo relaja el cerebro: Gracias a su propiedades sedantes y nutrientes; la fruta ayuda a combatir el insomnio, a reducir la tensión arterial y la ansiedad. Permite tener una vida más tranquila, relaja ciertas partes del cerebro y lo mantiene en equilibrio.
Que estudios científicos avalan estas propiedades en beneficio de la salud humana.