A simple vista me lleva dos cabezas de altura. Impecable, sencilla y con un cabello altamente rebelde. ¿Es temeraria? Para nada, una de las sonrisas más bellas y sinceras que alguien puede ofrecerte. La observo y diré que no se le nota los 25 años transcurridos.
Egresada de la Unasam. Hizo una pasantía de liderazgo, emprendimiento e innovación en la Universidad Pacífico (2015), fue embajadora de Perú en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno (COTEC 2016) Colombia, participó en The Spin Way (2016) España, participó del Programa Jóvenes Emprendedores (2017) y este año es parte de la Red InterQuorum Áncash. Todo esto se viene a mi mente como un flashback, estoy lista para descubrir ¿Quién es? Así que se me ocurre lo siguiente:
¿Eres de las mujeres que jugaba con una Barbie de niña?
¡Hay no! Me harás llorar (risas). Haber, soy la menor de dos hermanos y recuerdo los partidos, el trompo y todo lo que ellos jugaban, yo estaba ahí. Y no tuve ningún disgusto y mis padres jamás me decían que y no jugar.
¡Ah! Qué suerte, no todas tienen esa libertad. Supongo que, así como en el juego te dejaron experimentar la vida.
Una vida muy dura… siempre fui muy metida en todo. Desde los 9 hago voluntariado, en el colegio era la vocera de las capacitaciones del Ministerio Público, que ese tiempo daban a secundaria y enfocada a terminar mis cinco años de carrera, nunca pasó (risas). Era la chica que no salía los sábados, siempre en mi casa estudiando.
Dime, ¿El momento más alegre de tu vida?
Mmm yo creo que son todos los días. Saber que estoy haciendo bien las cosas, que mi familia es feliz, ver a la gente de mi entorno que logra sus metas.
¿El momento más difícil?
¡Ahh! Cuando hice la pasantía a la Universidad Pacífico. Yo tengo una frase para ese momento “tenía todas las respuestas y me cambiaron las preguntas”. Porque, cuando comencé la universidad mi meta era terminar mis 5 años sin jalar cursos y ser buena. Pero, vino una pasantía y cambió todo en mi línea de vida.
La pasantía no fue lo único. Uf, sí tuviera que enumerar tu trayectoria, me quedo sin memoria en el celular. Pero, los viajes al exterior ¿fueron los mejores?
¡Sí! Viaje al The Spin Way a España, que es una red de emprendimiento, la postulación no fue fácil, pero valió la pena sacrificar las clases de la universidad, fue un momento de aprendizaje clave. Y el COTEC, que fui por pica y ganas. Solo hubo un cupo para ir por Perú. Y recuerdo que no les dije nada a mi familia hasta que llegó el día de subir al avión (risas).
Yanira, eres una de las mujeres Áncashinas jóvenes que inspira y no lo digo yo. Sino que haberte encontrado con Mariana Costa, gerente de Laboratoria, en el SpinWay 2016 lo prueba ¿Qué les dirías a las mujeres de hoy?
a¡Me sorprendo, lo sabes todo! Sí, conocer a Mariana fue el golpe para reaccionar en cuanto a mis visiones personales. Mmm…con el simple hecho de levantar nuestra voz, si algo no nos gusta, sí vemos una injusticia ¡digámoslo! Porque a veces nos han hecho creer que las mujeres somos sumisas. Las mujeres no somos sumisas. Podemos opinar y con las opiniones puede salir muchas cosas buenas. Es así como salen las organizaciones, empresas, por el mismo hecho que tú crees en algo, porque piensas que puedes aportar y cambiar con tu granito de arena.
Tuviste tu primera experiencia como líder en las capacitaciones del Ministerio Público, cuando estabas en el colegio. Te atrapó el derecho. Pero ¿Cómo llegaste a estudiar administración de empresas?
Ya, haber siempre estuve ligada al tema de mujeres. Es por eso que me motivo estudiar derecho. Yo dije ¡No! Yo quiero trabajar en el ministerio de la mujer. Y bueno mi papá influyó en la decisión final. Ya que el sector estaba abarrotado de abogados y nadie sumaba ni un poquito. Y creo que mi papá dio en el clavo, no me arrepiento del consejo y me encanta mi carrera.
Ahora que eres licenciada ¿Por qué te centras a empoderar a la mujer y no crear una empresa que sea un boom?
Nos pasa que en el camino nosotras tenemos muchos obstáculos y sí se empodera a la mujer desde pequeña, será muy fácil para ella resolver el problema, vamos a tener muchos cambios como: reducir la violencia de género, disminuir las brechas. Cuando lideré un proyecto de Jóvenes Emprendedores en la zona rural con 25 jóvenes solo había una mujer. Ese proyecto estaba en torno a temas como mecánica, autos, o sea todo para varón. Y, esta mujer fue la última inspiración que necesitaba para reafirmar mi “pérdida de tiempo” (risas).
Y, ¿El siguiente gran pasó?
Llegar a todo Áncash en los diferentes sectores desde que una mujer levante la voz por sus derechos hasta generar ideas de emprendimiento y pueda ayudar a su comunidad. La verdad, creo en el poder de la mujer gracias a la educación.
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